La poderosa organización criminal brasileña, Comando Vermelho, no solo protagoniza violentos episodios en las favelas de Río de Janeiro, sino también habría extendido su influencia hacia la Argentina. Según la Justicia, más de US$ 520 millones habrían sido movilizados mediante billeteras virtuales, empresas fantasmas, “cuevas” financieras, compra de inmuebles y vehículos de alta gama.
Los líderes serían el brasileño Marcelo Clayton Alves de Sousa y el chino Hang Wang, quienes operaban desde una casa en el barrio La Isla (Nordelta) con su familia. Una de las piezas centrales del entramado ocurrió con la llamada Operación Crypto (septiembre de 2023), en la cual se reveló una estructura sofisticada para blanquear fondos de la banda.
En 2023 se detuvo al empresario paraguayo-argentino, Diego Hernán Dirisio, junto a su esposa, la exmodelo Julieta Nardi, acusados de importar más de 43.000 armas desde Turquía, Serbia, República Checa y Eslovenia, para entregar al Comando Vermelho y a otra organización delictiva brasileña, el Primer Comando Capital. El modus operandi incluía el adulterado de numeraciones en Ciudad del Este (Paraguay) y el uso de la Argentina como parte del circuito logístico.
La utilización de pistas clandestinas para el aterrizaje de aviones cargados con droga en la zona fronteriza entre Argentina y Brasil suman otro punto fuerte a la investigación. El narcotraficante brasileño, Marino Divaldo Pinto de Brum, instaló dos pistas rudimentarias en establecimientos rurales en Corrientes, alrededor de la frontera con Uruguay y los Esteros del Iberá. Aunque logró escapar y la extradición fue denegada por Brasil, su caso confirma la presencia física y operativa de redes delictivas brasileñas en suelo argentino
Qué es el Comando Vermelho
Según la información que brindaron medios locales, el Comando Vermelho es una organización criminal con una fuerte presencia en el narcotráfico, secuestros, extorsiones y contrabando de armas.
El gobernador Claudio Castro, aseguró que los delincuentes resistieron hasta con drones artillados, con los que atacaron a los policías desde varios puntos de las favelas. “Es así como la policía de Río de Janeiro es recibida por los criminales: con bombas lanzadas por drones”.












